Anoui Guimel Beltrán Leal, Emiliano González Ramírez y María Elisa Vera Ramírez, estudiantes de la Facultad de Turismo y Gastronomía de la Universidad La Salle Bajío, resultaron finalistas en el Concurso: Chef Universitario Marca Guanajuato.
El cual, fue organizado por la CANACO Celaya, con sede en la Universidad UNITESBA.
El equipo presentó en la primera fase, un platillo de propia autoría llamado “Senderismo”, el cual que buscó captar la esencia guanajuatense, inspirado en el clima semidesértico que predomina en el Estado. Para esto, realizaron una trilogía de tetelas, cada una con diferente relleno: nopal tatemado, guisado de tantarrias y conejo en adobo.
Éstas van acompañadas de setas fermentadas, xoconostle en vinagreta, cebollas encurtidas en el jugo de setas, hoja santa, pétalos de crisantemos y una salsa de curry a base de leche de mezquite. Cada ingrediente utilizado tuvo su razón y un aporte en la complejidad de sabor. En este platillo brindaron un homenaje a todas las personas, experiencias, y saberes que han sido parte del trayecto individual de los estudiantes, para, así como equipo, juntar todos esos conocimientos y ejecutar un platillo con una profundidad al detalle y respeto de cada ingrediente.
“Conseguimos una evaluación por parte del jurado muy satisfactoria, comentarios extremadamente positivos y muchos halagos. Con esto, fuimos uno de los 8 equipos elegidos para pasar a la siguiente y última fase”, expresaron los futuros Chefs.
La etapa final del concurso consistió en crear un plato fuerte, así como un coctel con una canasta sorpresa con ingredientes exclusivamente de marca Guanajuato.
El reto fue utilizar todos los ingredientes incluidos en la canasta y en la cual, se evaluó la cantidad de desperdicio generado, la creatividad, estética, sabor y temperatra.
Los estudiantes comentaron que el mayor reto fue que la canasta contenía demasiados ingredientes: calabaza en tacha, camote, zanahoria, jitomate, cebolla, ajo, chile guajillo, chile morita, tejocote, chilacas, tomatillo, Maseca, elote, cebollín, verdolagas, xoconostle, epazote y varias especias y como proteína principal cabrito.
En cuanto al coctel, hubo una selección de fresa, piña, caña, tequila, mezcal, cremas de mezcal, leche evaporada, entro otros productos.
Tuvieron 30 minutos para crear tanto el platillo como el coctel, por ello, realizaron un cabrito cocido acompañado de dos moles divorciados, uno verde a base de tomatillo y chilaca, y otro rojo a base de camote y calabaza junto con los chiles secos. Acompañado de tostas, verdolagas en vinagreta y las semillas de calabaza horneadas. Lo acompañaron con un pre-platillo que consistió en un chile atole separado con un aceite de epazote, xoconostle crudo y para terminar un brote de rábano.
Por lo que, tomando en cuenta los sabores de los platillos para el coctel utilizaron tequila reposado, crema de mezcal de piñón, base láctica; realizaron también, una espuma de fresa y miel. La técnica fue shakeado y un old fashion para la cristalería.